Los
móviles ofrecen a sus usuarios libertad, independencia y facilidad de
comunicación. Estas libertades pueden llegar a convertirse en dependencia. Si
se analizan casos de adicción, se comprueban ejemplos de agresividad, mal
humor, aislamiento, fracaso en los estudios y alejamiento de la familia. Ellos
son los llamados “adictos al móvil”
Una
cuestión que facilita que sean los jóvenes los más afectados por este problema
es el fácil acceso que tienen para conseguir un móvil. La mayoría lo consigue a
los 11 años, cuando está recomendado que no lo tengan hasta los 16. Cada vez es
más habitual que niños de nueve o diez años tengan su propio móvil y lo que
resulta más inquietante es que son ellos los que caen en la adicción.
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